Cada noche llamo a tu puerta
¿mas pa’ qué?
nunca la encuentro abierta.
Hoy me siento más solo que la
tristeza ¿y a quién le importa?
sólo soy un prisionero.

De esta cárcel sin rejas
de esta prisión sin celdas

Ayer perdí la última apuesta,
ya no me queda nada
en esta maldita vida.
Intenté jugar, pero he perdido
¿y ahora qué?
¿cuál es mi destino?

Revolcarme por el fango
caer de bruces en el barro.

Dame tiempo pa’ pensar.

Y hoy me acerco a ti
y la conjura de los necios
nunca tiene su final.
Idiota de mí,
no sé jugar a esos juegos
donde no sólo cuenta el azar.

Ya me van quedando menos ilusiones,
menos esperanzas
y más resignaciones.
Todo se ha acabado
ya no quedan bromas.
Despídete, el pasado es una sombra.

Y muérete poco a poco.
Y jódete poco a poco.

Dame tiempo pa’ pensar.

Y hoy me acerco a ti
y la conjura de los necios
nunca tiene su final.
Idiota de mí,
no sé jugar a esos juegos
donde no s&oacute;lo cuenta el azar.<br />
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